Corría el año 1962 en ZARRA. Posiblemente era el mes frio de febrero y tal vez serían las cinco de la tarde, hora taurína y también la del té para los británicos. Ese día, a esa hora de ese mes, 45 personas, todas de ZARRA decidieron dar vida a la COOPERATIVA AGRÍCOLA " EL NIÑO". Cuarenta y cinco zarrinos unidos por un buen fin y de ahí ese título de
cuarenta y cinco zarrinos buenos. Por aquél entonces la tierra, la huerta, las oliveras, los almendros, las cerezas eran el mayor sustento de vida y había que cuidar cada detalle y ahorrarse cuanto más mejor. Se trataba de comprar en el pueblo aquello que necesitaras sin tener que desplazarte a otros pueblos de alrededor, perder tiempo en el viaje y dejar unas ganancias en otro lugar. Qué mejor idea que
"abrir una cooperativa agrícola en ZARRA" y así poder comprar una materia prima más rápido y más barato. Dicho y hecho,
nuestros cuarenta y cinco zarrinos buenos ( ya lo sé, todos somos buenos...pero éstos más ) decidieron constituirse en cooperativa agrícola el día 21 de febrero de 1962.
Manos a la obra, nuestros
cuarenta y cinco zarrinos buenos ya tenían localizado el local y ya tan solo era cuestión de papeleo y empezar a recopilar material. Sulfatos, semillas, sacos de pienso y demás material, incluso garbanzos, lentejas, arroz, judías y no sé cuántas cosas más. Pero no contentos con todo eso, nuestros
cuarenta y cinco zarrinos buenos decidieron que en todos los trabajos se fuma, y no, no pusieron un estanco. Decidieron refrescarse cada vez que acudieran a la cooperativa y montaron un humilde bar que fue una sensación y que fue regentado por un montón de personas. Poco a poco la cooperativa subió como la espuma pero, la espuma llega un momento en que desaparece. Queda pegada en el vídrio y termina secándose, como la espuma de tantas y tantas cervezas que se sirvieron en aquel bar de la cooperativa entre charla y charla, entre risas y desesperos.
Pasaba el tiempo, pasaron años y años. La armonía y la felicidad eran la constante entre unos vecinos llenos de orgullo porque podían decir que tenían una cooperativa agrícola y que funcionaba, con sus problemas, con sus altibajos, con sus más y sus menos pero iba "pá lante" que en definitiva era de lo que se trataba. Se trataba de poder dar salida a la oliva, a la almendra y poder nutrirse del material necesario para que la vida cotidiana continuara con vistas de un futuro mucho mejor que su presente. Un presente que para nada auguraba el final que se avecinaba.
Como pasa con casi todo, fue bonito mientras duró y como a todo, le llegó su final. Después de muchos avatares, en reunión extraordinaria de los socios de la cooperativa celebrada en junio de 2009, se decidió que había llegado su final. Entre todos la matamos...pero ella sola no se murió. No es tiempo de buscar culpables puesto que no merece la pena, porque todos tenemos un poquito de culpa. Unos dirán que fueron éstos, otros dicen que son aquellos y aquellos dirán que ellos no apretaron el gatillo, pero el caso es que ella sola...se murió. En esa reunión extraordinaria del verano de 2009 se tomó el acuerdo de que los terrenos pasarían a formar parte del patrimonio de nuestro ayuntamiento con el compromiso de que allí mismo, en esos cimientos que podéis ver en la primera foto, se ubicará un almacén para el ayuntamiento y estancias para las diversas asociaciones que hay en ZARRA. Al menos, aquella idea llevada a la realidad de aquellos
cuarenta y cinco zarrinos buenos va a servir para dar cuna y cabida a otros muchos zarrinos, a
otros zarrinos buenos, para que sigan haciendo camino, para que esas asociaciones llenen de alegría y cultura nuestro pueblo.
Con fecha 28 de julio de 2009 se registró ante la autoridad competente un escrito de petición de disolución de la cooperativa, publicándose el día 22 de diciembre de 2009 en el Diario Oficial de la Comunidad Valenciana la confirmación de disolución por parte de la autoridad territorial.El día 26 de junio de 2010 se tomaron las fotos que habéis visto aquí. Han pasado 48 años y cinco meses, que se dice pronto, desde que se constituyó la COOPERATIVA AGRÍCOLA " EL NIÑO " DE ZARRA y desde hace muy pocos días ya nada queda de ella salvo el recuerdo, el recuerdo en especial para aquellos CUARENTA Y CINCO ZARRINOS BUENOS de los cuales ya se han quedado algunos por el camino, pero su camino no es baldío mientras estén en nuestra memoria. Estas páginas van dedicadas a ellos, para aquellos cuarenta y cinco zarrinos buenos que con su actitud nos dieron ejemplo de lo que debe de ser un pueblo y de cómo se hace un pueblo próspero con personas íntegras de cabo a rabo.
Me gustaría, que si tenéis algún comentario que hacer sea para recordarnos cómo se trabajaba en la cooperativa, anécdotas, o para contar quienes llevaron el bar, quienes abrían la cooperativa, qué días...y todo aquello que os parezca oportuno pero sin ánimos de revanchas que solo conducen a crear mala sangre para no sacar nada en claro y sobre todo, para dar más valor si cabe a quienes hicieron posible que un día ZARRA tuviera una cooperativa agrícola gracias al sudor de muchos vecinos buenos.
Corría el año 1962 en ZARRA. Posiblemente era el mes frio de febrero y tal vez serían las cinco de la tarde, hora taurína y también la del té para los británicos. Ese día, a esa hora de ese mes, 45 personas, todas de ZARRA decidieron dar vida a la COOPERATIVA AGRÍCOLA " EL NIÑO". Cuarenta y cinco zarrinos unidos por un buen fin y de ahí ese título de cuarenta y cinco zarrinos buenos. Por aquél entonces la tierra, la huerta, las oliveras, los almendros, las cerezas eran el mayor sustento de vida y había que cuidar cada detalle y ahorrarse cuanto más mejor. Se trataba de comprar en el pueblo aquello que necesitaras sin tener que desplazarte a otros pueblos de alrededor, perder tiempo en el viaje y dejar unas ganancias en otro lugar. Qué mejor idea que "abrir una cooperativa agrícola en ZARRA" y así poder comprar una materia prima más rápido y más barato. Dicho y hecho, nuestros cuarenta y cinco zarrinos buenos ( ya lo sé, todos somos buenos...pero éstos más ) decidieron constituirse en cooperativa agrícola el día 21 de febrero de 1962.
Manos a la obra, nuestros cuarenta y cinco zarrinos buenos ya tenían localizado el local y ya tan solo era cuestión de papeleo y empezar a recopilar material. Sulfatos, semillas, sacos de pienso y demás material, incluso garbanzos, lentejas, arroz, judías y no sé cuántas cosas más. Pero no contentos con todo eso, nuestros cuarenta y cinco zarrinos buenos decidieron que en todos los trabajos se fuma, y no, no pusieron un estanco. Decidieron refrescarse cada vez que acudieran a la cooperativa y montaron un humilde bar que fue una sensación y que fue regentado por un montón de personas. Poco a poco la cooperativa subió como la espuma pero, la espuma llega un momento en que desaparece. Queda pegada en el vídrio y termina secándose, como la espuma de tantas y tantas cervezas que se sirvieron en aquel bar de la cooperativa entre charla y charla, entre risas y desesperos.
Pasaba el tiempo, pasaron años y años. La armonía y la felicidad eran la constante entre unos vecinos llenos de orgullo porque podían decir que tenían una cooperativa agrícola y que funcionaba, con sus problemas, con sus altibajos, con sus más y sus menos pero iba "pá lante" que en definitiva era de lo que se trataba. Se trataba de poder dar salida a la oliva, a la almendra y poder nutrirse del material necesario para que la vida cotidiana continuara con vistas de un futuro mucho mejor que su presente. Un presente que para nada auguraba el final que se avecinaba.
Como pasa con casi todo, fue bonito mientras duró y como a todo, le llegó su final. Después de muchos avatares, en reunión extraordinaria de los socios de la cooperativa celebrada en junio de 2009, se decidió que había llegado su final. Entre todos la matamos...pero ella sola no se murió. No es tiempo de buscar culpables puesto que no merece la pena, porque todos tenemos un poquito de culpa. Unos dirán que fueron éstos, otros dicen que son aquellos y aquellos dirán que ellos no apretaron el gatillo, pero el caso es que ella sola...se murió. En esa reunión extraordinaria del verano de 2009 se tomó el acuerdo de que los terrenos pasarían a formar parte del patrimonio de nuestro ayuntamiento con el compromiso de que allí mismo, en esos cimientos que podéis ver en la primera foto, se ubicará un almacén para el ayuntamiento y estancias para las diversas asociaciones que hay en ZARRA. Al menos, aquella idea llevada a la realidad de aquellos cuarenta y cinco zarrinos buenos va a servir para dar cuna y cabida a otros muchos zarrinos, a otros zarrinos buenos, para que sigan haciendo camino, para que esas asociaciones llenen de alegría y cultura nuestro pueblo.
Con fecha 28 de julio de 2009 se registró ante la autoridad competente un escrito de petición de disolución de la cooperativa, publicándose el día 22 de diciembre de 2009 en el Diario Oficial de la Comunidad Valenciana la confirmación de disolución por parte de la autoridad territorial.El día 26 de junio de 2010 se tomaron las fotos que habéis visto aquí. Han pasado 48 años y cinco meses, que se dice pronto, desde que se constituyó la COOPERATIVA AGRÍCOLA " EL NIÑO " DE ZARRA y desde hace muy pocos días ya nada queda de ella salvo el recuerdo, el recuerdo en especial para aquellos CUARENTA Y CINCO ZARRINOS BUENOS de los cuales ya se han quedado algunos por el camino, pero su camino no es baldío mientras estén en nuestra memoria. Estas páginas van dedicadas a ellos, para aquellos cuarenta y cinco zarrinos buenos que con su actitud nos dieron ejemplo de lo que debe de ser un pueblo y de cómo se hace un pueblo próspero con personas íntegras de cabo a rabo.
Me gustaría, que si tenéis algún comentario que hacer sea para recordarnos cómo se trabajaba en la cooperativa, anécdotas, o para contar quienes llevaron el bar, quienes abrían la cooperativa, qué días...y todo aquello que os parezca oportuno pero sin ánimos de revanchas que solo conducen a crear mala sangre para no sacar nada en claro y sobre todo, para dar más valor si cabe a quienes hicieron posible que un día ZARRA tuviera una cooperativa agrícola gracias al sudor de muchos vecinos buenos.
7 comentarios:
Desde que tengo uso de razón este edificico ha estado en ese lugar, ya no será lo mismo....
Yo recuerdo haber ido con mis padres y mis tios en verano, cuando veniamos a Zarra en vacaciones, algún sábado o domingo del mes de agosto ir al bar de la cooperativa por la tarde a comernos una sepia y a beber unas cañas. Yo tendría unos 4 ó 5 años, me acuerdo del patio que había y la sombra que daba la parra. Allí en aquel patio había mesas y sillas (como en las terrazas de los bares) para tomarse las "tapitas".
Siempre he recordado aquella imagen con cariño, pues veía a mis padres disfrutar después de haber estado todo un año sin ver a su gente y a su pueblo como se reencontraban de nuevo con ellos, y hablaban con unos y con otros... eran otros tiempos.
Gracias Charli por traernos estos recuerdos.
Y sobre el comentario anterior, aunque ya no esté el edificio de la cooperativa, pongan lo que pongan, siempre sabremos que la cooperativa estuvo ahí.
El mérito es tuyo puesto que has sido tú quien realmente nos ha traido los verdaderos recuerdo de cómo era la cooperativa.
GRACIAS por tu aportación.
Un saludo.
Podría correr el año 68 ó 69 + ò - .
Recuerdo (siendo yo niño) cuando
vino a la cooperativa maría Jesús y su acordeón (en sus inicios) (actuó en el rincón de la televisión,donde se veían todas las corridas de toros) en compañía de su padre a deleitarnos con su instrumento ¡¡ MENUDA TARDE !!
Después su padre pasó la gorra para recoger la voluntad. que por cierto no se fue descontento.
Nacido en el pueblo, vivo fuera desde pequeño y recuerdo que iba con mis padres por vacaciones, pascua, etc...
y que siempre ibamos con la gente mas mayor a tomarnos las tapitas antes de comer, para mi ese edificio siempre estara ahí, la cooperativa y el barranco que habia (siempre me acuerdo de ese barranco), ahora tambien echare de menos la cooperativa, cada vez que pase por ahí, siempre me acordare de ella
Bueno charli save que todos no fueron buenos,ni muchisimo menos,tampoco despues han sido una maravilla gotica,pero si se abla de la cooperativa que se cuente toda la verdad,y sino que se borre lo de esos que se dicen tan buenos y que cuando salieron de sus cargos se marcharan de socios a ayora,osea ya no podian mangonear, por eso pido se cuente la verdad y no por crear una cosa sees bueno si es mas facil ser aprovechado, asi que se cuente la verdad o se calle para siempre,son muchos los zarrinos que se sienten molestos por este comenterio,y eso so es justo ni con ello se hace justicia..
creo que la cooperativa ya no esta ,por motivos queno vienen al caso ahora la entrada alpueblo sera un poco mas bonita,no veremos como en un tiempo llegaria a caerse
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