LAS AMAS DE ZARRA.

Pasado el resacón de las fiestas, a renglón seguido la Asociación de Amas de Casa de Zarra organizó para sus socias  el festín de todos los años y con novedad incluida puesto que después de muchos años la merienda-cena se realizó fuera de ZARRA.

Se necesitaron dos autobuses para trasladar a las OCHENTA Y SEIS mujeres que muy a su pesar dejaron atrás con tristeza y añoranza su casa durante unas horas.

Unas horas que se les hicieron pocas visitando las instalaciones del Balneario de Cofrentes en la zona conocida como Hervideros. Entre refresco y refresco, granizado de limón y otros similares, parecía como si ya no se acordaran de casi nada de todo lo que habían dejado tras de sí. Una vida, una casa, unos hijos...unos maridos...unos novios...con un cabreo que tenían algunos de éstos en la plaza...era pá oirlos.

Poco a poco, esas amas de casa fueron cambiando el semblante, ahora ya, bien refrescadas, ya si que no se acordaban de si eran ellas de verdad o era un sueño de esos que luego nunca se cumplen.

Por si acaso era una realidad lo que estaban viviendo, tomaron posiciones por grupos alrededor de una amplia madera redonda en cuya parte superior alguien había colocado estratégicamente y con gran  precisión una tela blanca a modo de mantél.

Los primeros minutos fueron de incertidumbre por encontrarse en un lugar desconocido, frondoso y escarpado de la estepa cofrentina. Solo se acertaba a decir eso de -Pásame la sangría- . -Venga una cervecita por aquí...- y así hasta que empezó el baile...

El baile de platos de arriba a abajo, de esto de lo otro...que si una sepiecilla por aquí, que si unas olivitas, que qué bueno está esto...así hasta  darse una buena paliza a comer.

Y mientras, a 26 grados a la sombra de la torre de ZARRA, a eso de las 11 de la noche, algunos ya empezaban a comerse las uñas con gran preocupación. -Ya parece que tardan ¿no?, se han ido a las 6 de la tarde y mira qué horas son-.

Las 86 heroinas, ajenas a la preocupación de medio pueblo seguían a lo suyo.

No he querido poner las fotos con los abundantes platos rebosando suculentos manjares para no despertar vuestro apetito, pero según dicen las malas lenguas que estaba tó de muerte. Solo hay que ver los movimientos de carrillos agradecidos.A eso de las 10 y media de la nit, los estómagos ya no podían digerir más alimentos y se pasó a las clásicas charlas noctunas que tanto gustan cuando se está bien comido y el ambiente que te rodea es  de lo más agradable.

Alguien pidió " tiempo muerto", como en el baloncesto, para poner un poco de orden en tanto placer llegado de golpe.Había llegado  la hora de los discursos. Mari Carmen, la Presidenta de todas ellas, les dirigió unas palabras de esas que solo ella sabe decir y que firmaría la mismísima ministra de cultura por la dulzura que se desprendía en semejante lenguaje.

Hubo quien no reprimió su entusiasmo ante las divinas palabras que estaban escuchando y saltaron de sus sillas para mantear a su presidenta.Un gran silencio se adueñó de aquella confortable estancia y no era para menos puesto que estaba en posesión de la palabra la más ama de las amas.

Para hacer un poquito de caja, se rifó un BODEGÓN y aquí vemos a la guapísima ganadora del sorteo que no cabía en sí de alegría.Y por haber, hubo hasta baile para bajar la cena.Los esqueletos no pararon de moverse a riesgo de sufrir algún desperfecto personal pero no importaba nada puesto que era su tarde-noche, merienda-cena anual y no querían desperdiciar ni un solo segundo porque eran felices, era su día.Se unieron al grupo un par de infiltrados a los que la policía tiene localizados gracias a estas fotos y pronto tendrán que responder a algunas preguntas.Ataviados con mandiles para esconder y disimular el bulto de su sexualidad, los dos espías fueron descubiertos y están en paradero desconocido...pero por poco tiempo según noticias de última hora.En esos precisos momentos, en la plaza, donde antes había uñas en los dedos ahora solo quedaban los muñones. Hubo quien dijo que había que llamar al famoso Lobatón para que buscara a 86 mujeres que estaban desaparecidas. Otro apostó por ir a recibirlas al puente y otros, los que más, se fueron a dormir sin saber que finalmente  llegaron a la 1 de la madrugá.

Sea como fuere, fueron 7 horas maravillosas para todas ellas que se merecen muchos ratos más como estos durante todo el año. El desplazamiento hasta Hervideros fue real, que se lo pasaron de puta madre está a la vista.

P.D.: Cualquier parecido de este relato con la realidad...es pura coincidencia ).